Respond-A: la prueba piloto desde dentro

Aleix Ríos, voluntario forestal ADF, nos explica su experiencia durante una prueba piloto para poner en práctica las tecnologías generadas en el marco del proyecto Respond-A. Un proyecto en el que participa la Fundación Pau Costa.


Tras la formación desarrollada en Bulgaria y las pruebas piloto de Grecia y Chipre, tocaba darle punto final al proyecto. Y ese punto final iba a ser el simulacro de un choque entre dos vehículos con mercancías peligrosas, en el puerto de Valencia, frente al edificio del reloj.

Entre el lunes 13 y el martes 14 de febrero, los partners técnicos y los operativos que colaboramos con el proyecto fuimos llegando a la ciudad de Valencia, para familiarizarnos con la ciudad y con la zona de operaciones.

El miércoles 15 de febrero, iba ser el día antes de preparación del simulacro final, es decir, el test final de las tecnologías que hemos desarrollado en Respond-A. Entre las 8.30h y las 9h de la mañana llegamos al edificio de la torre del reloj, un edificio precioso y muy espacioso. Nos tomamos un café y empezamos con el briefing inicial: bienvenidas, presentaciones, saludos, y agradecimientos. Tras ello, revisamos todas las tecnologías que íbamos a utilizar y evaluar, el horario de ese día y finalmente, el escenario que iba a ser simulado.

Tras esta hora de briefing, llegó el almuerzo y las conversaciones. Tantas horas compartidas en tantos lugares dan como consecuencia muchas anécdotas que contarse y personas a las que saludar y escuchar.
A media mañana empezamos a evaluar los avances de las nuevas tecnologías desde que las evaluamos la última vez en Chipre. ¿Habían hecho los desarrolladores técnicos los deberes? Esa era la pregunta a resolver. En mi caso, probé las gafas de realidad virtual y la cámara de 360 grados. Parecían equipos de una película futurista pero no, era el presente. El futuro ya ha llegado.

Dimos un último repaso al simulacro y a los pasos que en éste se iban a desarrollar y procedimos a ello. Tras el simulacro hicimos un pequeño informe sobre qué había funcionado y qué no, y qué debía acabarse de pulir para el día siguiente: el día de la prueba final.
Pero antes, tuvo lugar la cena social. Una ocasión perfecta para conocer a los componentes de la Policía Local de Valencia y de la Fundación Valencia Port que organizaron e hicieron posible esta experiencia, con quienes pudimos compartir impresiones.

El jueves 16 de febrero, a las 8.30h de la mañana, la tensión se mascaba en el ambiente: en total había más de 100 personas en el evento, entre ellas, personal de cuerpos policiales como la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, los Mossos d’Esquadra, la Guardia Urbana de Barcelona, bomberos de la ciudad de Valencia y de la provincia, personal de protección civil de Valencia, Cruz Roja, personal del cuerpo de Amarradores del puerto y un largo etcétera.

Empezamos con un briefing inicial para repasar el escenario y los pasos a seguir, revisión de las tecnologías y muchas esperanzas puestas en el simulacro. Tras el almuerzo, empieza la prueba final.
Con la aparición de humo se simulan varias llamadas al 112 y aparece la policía portuaria y la policía local de Valencia, quienes delimitan la zona para evitar presencia de personas. Rápidamente aparecen los bomberos, que envían al Ground Robot Summit-XL para comprobar los gases que están siendo emitidos en el lugar del suceso. A su vez se levantan los drones: tanto para obtener visual del lugar de los hechos desde el aire, como para crear una red de 5G privada que soporte todo el peso de los datos que se van a procesar.

Oficialmente, el Puesto de Mando Avanzado ha sido configurado, nos encontramos ante una emergencia de gran magnitud. Paralelamente, el bombero al mando de la unidad de rescate se equipa con sensores y gafas de realidad aumentada, para proceder a rescatar a las víctimas atrapadas. El personal sanitario establece la zona en la cual se atenderá a las víctimas. ¡Y todo esto solamente en tierra! Recordemos que parte del producto ha sido vertido al mar, con lo que el Servicio de Amarradores del Puerto, utilizando las visuales proporcionadas por los drones, colocan una barrera protectora con el fin de contener el vertido y evitar la contaminación del ecosistema marino. De nuevo con las víctimas, que ya se encuentran en manos de personal de Cruz Roja y Protección Civil, son chequeadas y evaluadas mediante las pulseras de triaje.

Momento de la prueba piloto en el Port de Valencia. Foto: Respond-A

Toda la información recabada hasta el momento está siendo procesada por el Puesto de Mando Avanzado, encargado de tomar decisiones. En este puesto hay un responsable de cada cuerpo operativo que está interviniendo. Con todo, el robot Dronster, realiza la extinción del incendio, dejando el escenario bajo control y se procede al traslado de los heridos, y a la investigación del accidente por parte de la unidad de atestados de la Policía Local de Valencia. La emergencia y sus consecuencias han sido controladas. Situación controlada. Peligro mitigado.

Tras el desarrollo del simulacro, se realizó una valoración de éste, se permitieron las preguntas, y se hicieron las fotografías de grupo oportunas. Todo un éxito. A nivel personal aprendí muchísimo y pude conocer a muchísimas de los profesionales de los cuerpos de emergencia que asistieron, además de aportar mi visión a la evolución de las nuevas tecnologías presentadas.

Solamente puedo dar palabras de agradecimiento a la Fundación Pau Costa por darme la oportunidad, a los organizadores por el cariño y el buen trato y ante todo, ¡estar atento para formar parte de una nueva experiencia!

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