En el ámbito mediterráneo, el verano es una época con mayor riesgo de incendios forestales. Las elevadas temperaturas, las olas de calor y los vientos cálidos hacen que la vegetación se seque y pueda quemar fácilmente poniendo, en algunos casos, en peligro a las personas y sus bienes.
Por eso es necesario que los equipos de extinción estén preparados ante una emergencia por incendio forestal, pero ¿cómo se organizan? ¿Qué actores están implicados? A continuación, os lo explicamos.
El sistema de mando y coordinación
Ante una situación de emergencia es necesario activar un sistema de mando y coordinación, es decir, un conjunto de personas, procedimientos y equipamientos que se organizan en una estructura común para dar respuesta al incendio forestal.
Esta estructura se organiza de forma flexible, por lo que puede crecer o disminuir en función de las necesidades y complejidad del incendio.
¿Cómo se activa y qué actores participan?
En el primer momento en que se recibe un aviso por incendio forestal, los medios disponibles que están más cerca se desplazan rápidamente hacia el lugar de aviso para controlar el incendio con un primer ataque. Pero antes es necesario:
1. Un reconocimiento del incendio y del territorio para determinar qué dimensiones tiene el incendio, como es el terreno y la meteorología y cuál es el comportamiento y movimiento actual del incendio para poder hacer proyecciones futuras.
2. Un reconocimiento de los bienes amenazados valorando si hay personas e infraestructuras en peligro
3. Un reconocimiento de las condiciones de seguridad analizando cuáles son las posibles zonas seguros y vías de escape del incendio para proteger las unidades de actuación.
Una vez realizado este análisis de la situación se desarrolla un plan de acción con el objetivo de detener el fuego y se definen diferentes tipos de ataque posibles y cómo aplicarlos.
Sabemos que las emergencias por incendio forestal pueden variar rápidamente, incrementando su tamaño y complejidad, por eso a continuación os explicamos cómo puede variar la estructura de un sistema de mando en función de la evolución del incendio.
Variación de la estructura de mando según evolución del incendio forestal
Si el incendio se puede controlar en un inicio…
En el momento en que el incendio se puede controlar con el primer ataque, el despliegue del sistema de mando es sencillo.
La estructura para hacer frente al incendio estará formada por un director técnico de extinción (DTE) que además de ser el máximo responsable en este caso asumirá las funciones operativas, es decir, dirigirá y coordinará todas las operaciones técnicas que se desarrollan sobre terreno por parte de los equipos especializados. Como también asumirá las funciones de planificación, evaluando la información relativa al incendio para así prever su evolución y conseguir que el plan de acción que se adapte a lo que pueda ocurrir.
La persona designada como director técnico de extinción estará siempre en contacto con el centro operativo y se ubicará en el puesto de mando.
Si el incendio NO se puede controlar…
En el momento en que el fuego no se ha podido controlar durante el primer ataque, será necesario realizar un ataque ampliado.
Para ello, el director técnico de extinción (DTE) deberá pedir al centro de operaciones movilizar a medios de otras zonas como refuerzo, establecer un puesto de mando ampliado (PMA) para coordinar y dirigir todos los medios que participen y un centro de recepción de medios (CRM) donde los recursos movilizados se registrarán a la espera se les asignen operaciones.
La incorporación de refuerzos obliga pues al DTE a ampliar la estructura del sistema de mando, y a delegar las funciones de operaciones, de planificación, y de logística con sus correspondientes responsables, creando así las secciones de operaciones, planificación y logística. Esta última sección alojará unidades médicas, de avituallamiento y de descanso para los operativos.
En esta situación es necesario preparar un plan de acción, pero esta vez por escrito y que tenga en cuenta la previsión de posibles escenarios futuros.
Paralelamente, cuando el incendio crece y puede poner en riesgo infraestructuras, carreteras y personas es necesario activar otros mecanismos y actores como protección civil, cruz roja y policía para gestionar la emergencia derivada del incendio. Estos velarán por la seguridad ciudadana, evacuando a la población en caso de que sea necesario, gestionarán los cortes de carreteras, etc. Siempre irán coordinados con los bomberos forestales en lo que se conoce como estructura de mando unificado.
Si el incendio se convierte en un Gran Incendio Forestal (GIF)…
Este tipo de incendios suelen ser especialmente peligrosos ya que tienen la capacidad de afectar a miles de hectáreas y poner en riesgo bienes y personas. Además, los mecanismos de extinción diseñados en un ataque ampliado no son suficientes y para conseguir controlarlos es necesario aplicar un ataque específico para este tipo de incendios.
En este caso será necesaria la movilización de una gran cantidad de medios, muchos de los cuales tendrán que desplazarse desde localidades lejanas hasta los diferentes centros de recepción de medios que se habrán repartido por el territorio afectado.
Así, para el ataque de un gran incendio forestal se requiere una estructura organizativa mucho más amplia con numerosas unidades activadas para las secciones de operaciones, planificación y logística, y formando un mando unificado junto con otros actores como protección civil, seguridad y cruz roja.
Por último, el staff de extinción formado por el director técnico de extinción y los jefes de sección tendrán que determinar un plan de acción lo más completo posible, teniendo en cuenta los objetivos, las estrategias y las misiones de todos los recursos vinculados a el incendio.